Son los acordes los que determinan, en última instancia, el éxito de una canción

Hay buena o mala música?, ¿quién decide qué es bueno? Nuestros gustos musicales están tan alejados como un perrito caliente con patatas fritas de un bocadillo de queso Gouda, si solo pensamos en las listas de reproducción de los distintos géneros que existen aunque, por supuesto, también hay un denominador común en estas playlists. De lo que no hay duda es que determinada música llega a más gente que otra música, si bien no hay una explicación real para el éxito o el fracaso de una canción a primera vista.

Como músico, sueñas con escribir canciones que se conviertan en éxitos. Con el tiempo, probablemente te habrás dado cuenta de que hay acordes en determinadas agrupaciones que crean un lenguaje que atrae a más gente que otras progresiones de acordes. Esto se debe a que cada acorde transmite cierta energía emocional en relación con los demás acordes.

Así que este artículo trata de por qué algunos acordes nos conmueven más que otros y de cómo puedes utilizar esta información para componer tu próximo éxito.

Descifrando la matriz

«En primer lugar, es importante saber que los acordes también se corresponden con nuestros hábitos de escucha. Así que no es de extrañar que los acordes que nos suenan bien sean los que sentimos más cercanos», dice Lars Hengmith (pianista y productor).

Pero la relación anatómica de los acordes cumple otro componente importante que puede llevar al éxito a una secuencia de acordes. Desde «Noche de paz, noche de amor» hasta «Highway to Hell», muchos hits se basan en acordes cercanos entre sí. En sus estudios, los científicos han descubierto que estos acordes sencillos resultan más melodiosos para el oído cuanto más se asemejen al espectro sonoro de la voz humana.

Así que cuanto más se parezcan al habla humana por su armonía e intervalos de frecuencia, más agradables y prometedores resultarán al final. Esto se debe a que el gusto por ciertas combinaciones de tonos está estrechamente ligado a la comunicación social de las personas. Estas combinaciones de tonos favoritos no solo sirven para transmitir información con palabras, sino que el espectro sonoro que se escucha también proporciona información sobre el tamaño, la edad, el sexo y el estado emocional del cantante. Y eso parece ser importante para nosotros, los oyentes. Hasta aquí todo bien, pero ¿qué significa todo ello exactamente?

El acorde se forma con la nota fundamental de una escala (también llamada tónica) y nos suena coherente a los oyentes porque básicamente nos sentimos tonalmente «en casa» allí. Todo se construye en torno a la primera nota (Do – tomando como ejemplo la escala de Do mayor).

Cada grado de la escala representa un papel determinado, similar al de los personajes de una historia. Todos conocemos los tipos de personajes narrativos (el protagonista, el antagonista, etc.) y la forma en que cada uno de ellos tiene múltiples funciones dentro de una historia. Con los acordes es lo mismo. Son figuras que cumplen una o varias funciones en relación con los demás,

según Lars Hengmith (productor musical y pianista). En la música tonal occidental hay 12 alturas de sonidos cromáticos, que se etiquetan con las letras A a G (notación anglosajona). Luego están las alteraciones de la armadura musical: los sostenidos que elevan el sonido de una nota un semitono y los bemoles que lo bajan en un semitono cuando se aplican. La distancia entre dos tonos se denomina «intervalo» y los intervalos pueden combinarse para formar acordes. La escala mayor estándar contiene 7 notas (separados por combinaciones de semitonos y tonos enteros).

Si ya sabías todo esto, es que ya has avanzado bastante, porque los acordes son los pilares que sostienen tu composición. Junto con el ritmo y la melodía, las armonías son parte fundamental de la composición musical. Composición, he aquí la palabra mágica, pues las melodías no suelen ocurrir, se crean.

Si observamos más de cerca, podemos reconocer una preferencia por determinados acordes y aplicaciones entre los artistas de más éxito. Siguiendo el lema «nunca cambies un equipo ganador«, no creas en las casualidades. En el ejemplo de los súpersingles de Lorde es fácil de reconocer. La artista neozelandesa eligió repetidamente la misma progresión de acordes con su simpático coguionista y productor Jack Antonoff para su gran éxito mundial «Royals», así como para el primer sencillo «Greenlight» de su segundo álbum, «Melodrama», y el primer sencillo de su tercer disco de estudio, que lleva el mismo título que el álbum, «Solar Power». Este ejemplo te muestra que el punto más importante a la hora de escribir tu canción es la progresión de acordes que elijas, porque son los acordes que utilices en un orden determinado lo que al final pueden marcar la diferencia.

Probablemente la progresión de acordes más exitosa

Sí, existe la progresión de acordes de éxito insuperable y la gran sorpresa es que se compone de solo cuatro acordes:

Re mayor, La mayor, Si menor y Sol mayor.

Estos acordes son los grados principales de la escala de Re mayor y del paralelo de la tónica (Si menor). Los grados principales son Re mayor (tónica), Sol mayor (subdominante) y La mayor (dominante). En cualquier caso, lo que es superimportante es que la melodía mantenga la misma tonalidad durante toda la composición. Esta solo puede ser mayor o menor. También es una ventaja decisiva que la melodía se apoye en un «pulso rítmico continuo».

Hay innumerables canciones que se ajustan a esta progresión de acordes, ya sea «Let it Be» de los Beatles,  «If I Were A Boy», de Beyoncé o el éxito «Kids» de MGMT. Estos sencillos cuatro acordes han generado muchísimos hits en todo tipo de géneros durante las últimas décadas. No es casualidad  ̶ aunque tampoco garantía. Por otro lado, está claro que nuestros hábitos de escucha «europeos» tienen un origen. ¿Pero de dónde provienen exactamente?

Oldie but Goldie

Estas exitosas combinaciones de acordes tienen un fuerte vínculo con las combinaciones de acordes de la música clásica. Aquí se producen dos conexiones que incluso tienen nombre propio:

En primer lugar, la «falacia», que describe la conexión entre la dominante y la tónica paralela. La dominante no resuelve a la tónica en la quinta, sino a la paralela una nota entera por encima de la dominante. Se denomina paralela porque es el acorde básico de tonalidad paralela Si menor respecto al acorde básico de tonalidad tónica Re mayor, que tienen las mismas alteraciones, a saber, Fa sostenido y Do sostenido.

En palabras de Lars Hengmith: «La «cadencia plagal» describe la conexión entre Sol mayor y Re mayor, y es una forma de resolver una frase musical pasando del acorde IV (es decir, Sol) al acorde I (base tónica de Re). A veces se denomina «cadencia de Amén» porque a menudo se coloca sobre el texto «Amén» de las canciones religiosas. Un gran ejemplo es la línea final del estribillo de «Yesterday» de los Beatles, que se resuelve con una cadencia plagal de ♭ a Fa».

El Turnaround

Existe otra famosa combinación de los cuatro acordes con una ligera variación: el llamado Turnaround. Viene a significar algo así como «inversión», «cambio de dirección», pero también «dar vueltas en círculos», ya que la secuencia de acordes se encuentra a menudo al final de una pieza y vuelve al principio. El Touraround no siempre funciona tan bien como nuestra progresión de acordes de éxito, pero siempre merece la pena intentar tocar la progresión (es decir, tu progresión de acordes) al revés, porque a veces funciona y sirve para que puedas utilizarla como nuevo punto de partida.

Qué otros trucos hay para crear un hit a partir de acordes que te ayuden?

• El palíndromo

Un palíndromo se refiere a una palabra o frase que se lee igual en ambas direcciones. Por ejemplo: «Madam, soy Adam». Del mismo modo, algunas progresiones de acordes funcionan bien si cambias de dirección a la mitad y terminas en la dirección opuesta.

Algo simple como: C-F-G—|G-F-C—||

• Nota pedal

Una nota pedal es la repetición o sostenimiento de una sola nota durante varios cambios armónicos. Sirve para hacer más interesante una progresión estándar o anclar una progresión compleja en algo familiar. Esto no crea una progresión nueva, pero si has encontrado una progresión que suena un poco desorganizada o demasiado compleja, puedes dejar que tu bajo se asiente sobre una nota (generalmente la tónica), lo que da a la progresión una especie de pegamento musical y la hace sonar más fuerte. Supongamos que dejas el Do como nota más grave. Entonces notarás que el Do estará totalmente anclado y todos los oyentes se fijarán en la tonalidad de la progresión, es decir, Do mayor.

Un ejemplo perfecto es la canción «Jump» de Van Halen.

(G/C F/C   F/C    G/C G/CC, etc.)

•  Acorde diatónico

Al acorde diatónico también se le denomina acorde disminuido. Como músico te sirve para que te mantengas dentro de la escala. Las tríadas diatónicas se utilizan a menudo en distintos tipos de música. Se trata de siete acordes que se construyen sobre las siete notas de la escala mayor o menor elegida. Por ejemplo, para hacerlo utilizando la escala de Do mayor, basta con añadir a cada nota de la escala la tercera (nota) y luego la quinta (nota).

No dudes en utilizar el círculo de quintas

Por un lado, el círculo de quintas te ayuda a determinar las tonalidades y a averiguar las alteraciones de las tonalidades. Por otro lado, puedes utilizar el círculo de quintas para ver qué tonalidades mayores y menores van juntas. Cuanto más cerca estén dos tonalidades en el círculo de quintas, más relacionadas estarán, es decir, más notas en común tendrán. Así de sencillo. En el círculo de quintas los tonos están dispuestos en ciclo. El círculo exterior muestra las tonalidades mayores y el interior las menores. En la parte superior del círculo de quintas están Do mayor y La menor. Ninguna de las dos tiene alteraciones. Si te mueves en el sentido de las agujas del reloj a partir de ahí, verás todas las tonalidades que tienen un signo sostenido (#). Si te mueves en el sentido contrario a las agujas del reloj hacia la izquierda, encontrarás todas las tonalidades con signo b(♭). La cantidad de alteraciones aumentará cuanto más te desplaces.

Practicar, practicar y practicar

Ha sido un montón de información de golpe. Si todo eso es demasiado para ti, no dudes en buscar ayuda. Hoy en día existen herramientas muy útiles, como las aplicaciones que te ayudan a crear una canción, a estructurarla, y las que también te sugieren acordes adecuados o inadecuados. Todo depende de lo que busques. Aquí la app Garageband, lleva siendo una auténtica revolución musical desde 2004 hasta la fecha, pero también la app Tonaly te ofrece acordes adecuados, por ejemplo, además de Hooklines o melodías para Basslines o solos.

Todo esto puede ayudarte a salirte de lo convencional, ser más original y poder marcarte nuevos impulsos como artista, incluso a la hora de escribir tu nuevo éxito. Ya sabes con qué: con los acordes adecuados.