RecordJet Seleccionado: Hoy: El documental de Netflix «La noche más grande del pop»
Entre los bastidores de la industria musical: una mirada turbulenta a una noche única llena de leyendas de la música
En nuestra sección «recordJetselected«, presentamos una vez al mes contenidos inspiradores procedentes de las vastas extensiones del universo musical. Desde libros y podcasts hasta eventos, gente y noticias especiales: aquí hay algo para todos los gustos. Vuelve a hacer buen tiempo y las palomitas ya están hechas. Sólo falta echar un vistazo a una noche única llena de leyendas de la música. Cuando se trata de grandes acontecimientos musicales, el documental de Netflix «The Greatest Night in Pop» es todo un acontecimiento. Este documental no es sólo una mirada retrospectiva a la legendaria grabación de la conocida canción «We Are the World», sino también un fascinante viaje por la era musical de los 80 y sus protagonistas.
Historia de la canción – We are the World
«La noche más grande del pop» está dedicada a un extraordinario evento en directo en el que algunas de las mayores estrellas de la escena cantaron y produjeron la canción «We Are the World» en una sola noche. El 28 de enero de 1985, la noche de los American Music Awards en Los Ángeles, se montó este descomunal proyecto con unos 50 músicos estadounidenses. Cantado, producido y filmado al mismo tiempo.
Los organizadores, encabezados por Lionel Richie, debieron de darse cuenta de que probablemente nunca volverían a reunir a tantos músicos de primera fila en la misma ciudad al mismo tiempo. Y es que la lista del reparto parece un Quién es Quién de la historia del pop: Stevie Wonder, Tina Turner, Bob Dylan y muchos más. Por cierto, la canción fue escrita previamente por Lionel Richie y Michael Jackson.
El concepto que hay detrás: Los artistas más famosos del momento se reúnen para grabar una canción, cuyos beneficios se destinan a los necesitados de África como parte de un proyecto benéfico. Pero, ¿cómo reunir en una sala a las mayores estrellas de la música del momento? El truco consistió en aprovechar la ocasión para reunir al mayor número posible de artistas. Alquilaron un estudio cerca de la entrega de premios y llevaron a todos los artistas en chófer desde los estudios de los American Music Awards directamente al estudio musical. Un concepto ingenioso, ¡pero la presión del tiempo era enorme! La canción tenía que grabarse en una sola noche.
La historia de la grabación: entre bastidores
Alrededor de la medianoche del 28 de enero, unas 50 estrellas se reunieron ante el micrófono en el estudio. El hecho de que la grabación no tuviera guión y de que 50 artistas conocidos grabaran una canción benéfica fuera toda una novedad en aquel momento, hace que el documental sea aún más intenso, emocionante y conmovedor.
Otros artistas pedían autógrafos a otros artistas durante los descansos porque resultaba que el artista o artistas:in eran sus ídolos absolutos. Otros artistas estaban bajo los efectos de sustancias. Un artista incluso se marchó en mitad de las sesiones de grabación. Este documental no se filtra. Eso es lo que lo hace tan especial y lo que hace que nosotros, los editores, lo recomendemos.
A pesar de la incertidumbre y las tensiones iniciales, ya que algunos no se conocían o no estaban realmente «verdes», el ambiente se fue relajando y el grupo pronto pareció una reunión de viejos amigos. Así lo relataron también algunas de las estrellas de la época en las entrevistas recién grabadas, que se fundían una y otra vez en las grabaciones de entonces. Aunque muchos de los grandes nombres no estuvieron presentes en los flashbacks de las entrevistas, como Michael Jackson o el recientemente fallecido productor de éxitos Quincy Jones, puedes esperar historias de Lionel Richie, Bruce Springsteen, Cyndi Lauper y Dionne Warwick.
El éxito de los Grammy
Sus historias nos transportan literalmente a la noche en que se compuso la canción. Rápidamente queda claro lo caóticas que fueron las grabaciones en estudio: Por ejemplo, las joyas de Lauper se convirtieron en un factor perturbador, o Huey Lewis tuvo problemas con un pasaje que originalmente estaba destinado a Prince (que fue la única superestrella que no apareció, lo que también acabó costándole puntos en su carrera).
Los productores Quincy Jones y Michael Omartian fueron quienes intentaron moldear las voces únicas en un todo armonioso. Y lo consiguieron: La canción acabó vendiendo unos 20 millones de copias y ganó un Grammy.
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Conclusión:
No sólo las grabaciones de estudio de «We are the World» son un momento estelar: para los fans de los 80, «The Greatest Night in Pop» es un auténtico festín para la memoria. El documental no es sólo un homenaje a un gran proyecto benéfico, sino también una apasionante visión de la génesis de una de las canciones más famosas de todos los tiempos. Imprescindible tanto para los melómanos como para los aficionados a la historia.